Las mascotas avivan el amor en pareja
Todo el mundo sabe que las mascotas son adorables y que, en particular, el perro es el mejor amigo del hombre y de la mujer (hablemos de forma inclusiva de una vez por todas). Las mascotas son, digamos, esos eternos niños a los que tienes que cuidar, cepillar, bañar (si se dejan) y amar durante toda su corta vida.
Hay un montón de parejas que se conocen gracias al perrito juguetón que llevan al parque todos los días. Lugar donde coinciden con muchos dueños y dueñas de mascotas que vagan de un lado a otro buscando conversación, mientras sus adorables animalillos se divierten oliendo las colitas de sus amiguitos, levantando la pata en todos los árboles y haciendo agujeros en el pasto horrible que el gobierno nunca cuida.
En realidad, es relativamente fácil que ligues con el propietario de otro ser de la especie canina, cuando tu Yorkshire Terrier se le acerca y le muerde sus pantalones favoritos. Obvio te disculpas con horror mientras le echas el ojo al individuo y, al ver el desastre causado, le propones arreglárselo o reponérselo (solo si te gusta, claro). Así, mientras tú corriges el desperfecto como abuelita cariñosa, el otro espera pacientemente en boxers o calzones haciéndote la plática. Ya sabemos cómo acaba la escena... y porqué es bueno adoptar mascotas...
UNA VEZ ENTABLADA LA RELACIÓN, LA PAREJITA COMPARTIRÁ MARAVILLOSOS MOMENTOS DE "VIDA FAMILIAR":
*LA POPÓ DIARREICA EN LA CALLE, frente a la mesa de la terraza más cool del barrio, imposible de recoger con ningún tipo de utensilio existente en la ferretería, mientras ruegas que aparezca el famoso Inspector Gadget con su gadget fregona.
*EL BAÑITO AL LLEGRA A CASA, después de haberse revolcado en el estiércol de Margarita, la vaca de la casa en Valle de Bravo a donde fuiste a pasar el puente.
*EL RESBALÓN EN EL CHARQUITO DE PIPÍ que tu cachorrito dejó en medio del pasillo y con el que te tuvieron que dar 5 puntos en la cabeza.
Todas estas situaciones, inevitablemente, unen mucho, porque adoptar mascotas crea momentos únicos. Y, después de la discusión por cuál de los dos se ocupará de limpiar los desperfectos de tu mascota, ¿cómo es la reconciliación, eh?
Y ya no digamos el momento de peli de sábado de invierno en el sofá, con su peluchito en medio.
En fin, si las mascotas ya inspiran el amor hacia ellas y por si solas, convirtiéndonos en mejores personas, ¿cómo no van a traer a la vida común un montón de momentos tiernos (y asquerosos) y avivar el amor?
Si no me crees ya sabes, ADOPTA una inmediatamente y compruébalo.
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