Básicos mainstream que dan hueva
Los lentes sin montura
¡Cuánto daño han hecho los presentadores de noticieros! Son los culpables de que tanto tu papá como tu mamá luzcan esas gafas tan endebles, frágiles y absurdas en tonos naranjas y ocres, negros y rojos. No hay nada peor que intentar “disimular” y este tipo de producto óptico es el ‘quiero y no puedo’ de los lentes para ver. Hacer creer a la gente que no traes lentes con este tipo de sutilezas es el súmmum del ridículo.
El logo del bigote
Hemos visto de todo ya… Desde totes hasta fundas de lentes, pasando por lápices, camisetas, tazas y un largo etc. ¿Quién puede estar interesado en un print tan horrible? Ya puestos, sería mucho más transgresor pintárselo encima del labio tipo las Cocorosie.
La chamarra Michelin
Reconozco que al principio me gustaban. Reconozco que como invento es genial. ¡Las plumas del S.XXI! ¡Incluso las hay hechas de plástico reciclado! Pero como con todo descubrimiento mainstream, tarde o temprano llega ese momento en el que piensas: ¿Merece la pena pertenecer a la secta de la salchicha fina solo porque abriga y no pesa? De repente empiezas a verlas por todas partes y te sientes imbécil. Te sientes sectario. Te sientes bolsita de basura. Largas, cortas, de colores chillones. En el metro, en la calle. En Chapultepec. La usa tu tía, la usa tu alumno, la usa tu vecina, ¡la usa esa modelo, la usa tu novio! #Stopthisnonsense
Las medias color carne
Esto es muy duro, deberían estar destinadas a desaparecer de todas las tiendas, aunque eso haría polvo a las abuelitas. Las versiones más alucinantes son las siguientes: su hermano el calcetín por debajo de la rodilla, combinadas con un short vaquero por encima o con sandalias de verano que dejan la costura final de los dedos al descubierto. Prefiero verlas en un asalto a modo de cubrecaras que en cualquiera de esas tres situaciones.
La bolsa Longchamp
Pegaron en el 2004. Doce años más tarde siguen vigentes. Pero, personalmente, el effortless chic también puede llegar a cansar; admitámoslo, no todas podemos ser una francesita de París. Esta bolsa no tiene absolutamente nada de especial, es como una bolsa del súper gigante. Ok, se puede doblar quedando reducida a la mínima expresión, pero eso es todo amigos. En pleno 2017 hay unas apuestas de bolso multidisplinar unisex high tech antilluvia, golpes y con bolsillo para laptop. ¿Me entienden?
Lasflats
Tengo un odio atroz a las flats, las odio casi tanto como a las chanclas Havaianas. Es el antizapato. No es que sea yo una defensora de la practicidad ni una nazi del confort en el vestir pero esta especie de zapato puede arruinarte la vida, en serio. Te recomiendo que salgas antes de casa con tus pantuflas de Chewbacca que con esa especie de cubrepiés para ladies. En realidad son muy combinables con las medias de color carne y la bolsa Longchamp, así que si quieres que te odie a ti también ya sabes qué ponerte.
La mariposa de estética
Este accesorio de peluquería es lo más freak de esta lista sin duda. ¿En qué momento pasó de ser un utensilio para poder peinar la cabellera por partes a ser una especie de prendedor streetwear? Hasta en Superama puedes conseguir una. No digo más.
Ciertas expresiones
Cerramos con esta categoría porque de alguna manera está intrínsecamente relacionada con los básicos que acabamos de criticar. Se trata de expresiones que usamos para definir las cosas que se ponen de moda. Hubo un momento en que decir “lo más” y “top” estaba chido. Hubo otro momento en que decir “demodé” y “out” era lo máximo. En el momento actual, confórmate con no decir ninguna de ellas para seguir siendo cool.
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