Niveles de mamonería
Definición de mamón/a: persona insoportable con las ideas muy claras y con la firme misión de sacarte de tus casillas.
Frases típicas de esta clase de persona: “Eso no es nada tu rollo”, “Estoy súper cansada de las redes sociales, son para losers que no tienen vida propia”, “No te lo tomes a mal, pero…”, “¿Cómo puedes seguir siendo carnívoro?”
EL MAMÓN OLD SCHOOL, el de toda la vida (aka tu vecino) al menos no trata de ocultarse. Está encantado de mostrar lo organizado y estupendo que es: vive una vida racional y, si todos hiciéramos lo mismo, el mundo sería mejor, más justo. Cuando coinciden en el elevador (gracias a Dios, esto solo pasa una vez al mes) aprovecha para hacer crítica constructiva de todas las series de Netflix que te sueles echar los días de resaca con tus amigos, acompañados de todo un arsenal de panecitos del Oxxo + pizzas del Domino’s + hectolitros de CocaCola Zero (todo muy light). De repente, te ves obligada a decirle que sí, que sí, que sí, ¡qué vergüenza! Este es el tipo de mamonería que te convierte en alguien que no quieres ser, que te empuja a dar la razón como una idiota. El consuelo es que, por suerte, de estas situaciones te olvidas a los dos minutos.
La otra escuela de mamones, la que se reproduce como los conejos en cualquier época del año, es la que nos toca mucho las bolas. Por eso vamos a analizar hoy sus distintas versiones, para ver si lo leen y dejan de estar jodiendo:
MAMONERÍA DE PRIMER GRADO: LA PAREJA HETERO-PERFECTA
La particularidad de esta pareja es que, por separado, los amas. Son del grupito, tú y los tuyos quieren verlos siempre. Pero cuando vienen los dos se ponen insoportables: aparecen de la mano diciéndose cositas al oído, no paran de darse besitos mientras tú les cuentas el epic fail de tu cita de ayer (¿Hola? ¿Pueden dejar esto para otro momento?)
También los odias en Facebook. No hay día que no se regalen un #morninglove, que compartan fotos de desayunos en la cama y que se den un #buenasnochesmiamor para anunciar que se disponen a cucharear. No es que te produzca envidia, no crean que siempre nos ponemos en modo hater porque deseamos hacer lo mismo, es simplemente que no entendemos por qué tienen que hacer tanto alarde de su vida privada.
Con lo buenas que son tus juergas con ella, los shots cada dos cervezas, la batalla de movimientos sexys, ligar con otros güeyes, reírse sin parar de cualquier tontería y acabar en el Seven Eleven comiéndose el burrito más asqueroso que te puedas imaginar. ¿Por qué cuando está él se tiene que convertir en la niña modosita y aburrida?
Cuando pasas un rato con él a solas, te pregunta todo el tiempo si alguna vez has grabado porno casero, es decir, se muestra espontáneo y sagaz. Curiosamente, cuando está ella no para de hacerse el culto y saca a todo el mundo de quicio por su sencilla falta de naturalidad.
Parecen ser inseparables… ¡Hasta que terminan! ¿Cómo iba a durar algo tan ficticio?
- Entonces ella quiere recuperar el tiempo perdido y decide que la mejor opción es agarrarse al primero que le pasa por delante (a lo que tú no tienes nada que objetar). Su modus operandi es asistir a todo tipo de reuniones porque es ahí donde va a encontrarse con el nuevo tipo de chico que se quiere ligar. ¡Stop! ¡Por ahí vamos mal! Volvamos a las juergas atrevidas en las que no hay nada preparado… dejémonos llevar, sin expectativas… Prométeme que no hay un plan definido y ¡cuenta conmigo!
- En medio segundo él tendrá una nueva víctima. La amiga que traerá vino francés a nuestras reuniones y que no se cortará en contradecirle como buena riot girrrl. No te puedes quejar. El resto de los amigos también la acepta rápidamente… menos tu amiga, la ex, que tendrá que tomarse un tiempo de vacaciones. ¡Poco a poco!
Para confesarle a la antigua pareja hetero-perfecta que juntos eran realmente insoportables, tendremos que esperar por lo menos cinco años. Nunca se sabe, a veces vuelven a verse en plan amigos con derecho.
MAMONERÍA DE SEGUNDO GRADO: EL AMIGO QUE NUNCA TE VA A GUSTAR, PERO SABES QUE ES PERFECTO PARA TI
¡Ojo! Tu querido amigo no es un mamón de segundo grado por su propia culpa… El problema es que siempre le has gustado, te lo ha dicho con la mirada más de una vez. Sabes que si quisieras, si dieras el paso… caería rendido en tus brazos y probablemente serían felices de por vida. Pero a ti nunca te ha atraído sexualmente y eso no va a cambiar. Es una verdad inamovible. A pesar de que es adorarle y de que lo quieres con locura, hay un halo de mamonería que lo salpica.
El tema es así de sencillo y lamentable: es tu mamá la que cada segundo del día te machaca diciéndote que estás ciega, que qué haces con tu vida, que vas a quedarte soltera por dejar pasar este tren –¿Y qué?, piensas tú–. Tus amigas también te dan lata insistiendo en que debías probar, al menos una vez, a pasar la frontera de la amistad y conquistar el mundo sexual con él. ¡A lo mejor funciona y has estado perdiendo el tiempo! A la chingada.
Por otro lado, la vida a su lado es realmente bella. Se ven casi a diario, se la pasan genial haciendo tonterías:
- Piden pizzas a nombre de Dolores Fuertes y Armando Castillos
- Hacen duetos en el karaoke
- Se toman fotos en Photo Booth cada semana
Es un güey cool y siempre ha estado ahí… Cuando ingerías 10 tequilas te sostenía la cabeza, cuando reprobabas en la uni te ayudaba con los proyectos de recuperación, cuando llorabas por un mamarracho te regalaba las mejores palabras de ánimo (¡el pobre!). Y precisamente por eso no lo puedes mirar con otros ojos. Tú no eres muy de quedarte en la zona de confort, te gustan los patanes. Y el amigo perfecto es, simplemente, demasiado perfecto.
MAMONERÍA DE TERCER GRADO: EL NUEVO LIGUE DE TU MEJOR AMIGO, EL RETO FINAL
Este es un tema delicadísimo. “Te va a caer chingón, es una chica increíble, estoy convencido”. Escuchas estas palabras y se te hace un nudo en la garganta. Es el reto final… ¿Será otra maldita cuyo único fin es llevárselo para siempre?
Cuando te pida feedback, después del primer encuentro, te vas a sentir fatal al tener que mentir con la respuesta porque, efectivamente, se podría decir cualquier cosa SALVO QUE ELLA ES CHIDA. Mentirle a tu mejor amigo es lo peor. Hay pocos como él, puedes contarle todo y se merece toda la sinceridad. Lo malo es que esto implica darle el disgusto de su vida. ¿Alguien me puede explicar por qué se liga a las más mamonas de la historia?
Esta mujer es otra farsante. Durante el encuentro finge interesarse por ti pero cuando ya te preguntó por tercera vez qué haces con tu vida… te entran ganas de ahogarla en un Martini seco. Ella está deseando irse a casa, no tiene ningún interés en pasar un buen rato, en descubrir las anécdotas que tú le puedes contar sobre él, en entender porqué eres su mejor amiga, en formar parte de algo nuevo y padre. Así que tú misma acabas sintiendo el triste deseo de que se largue cuanto antes con el pobre de tu amigo, al que va ir dejando sin aire y vida lentamente:
Octubre, 23 h: ¿Nos retiramos? (con dulce susurrito)
Diciembre, 22 h: Yo estoy cansada… pero tú quédate si quieres. (vámonos ya porfa)
Enero, 21h: Yo no, pero ve tú, te espero en casita (calentita).
Marzo, 20 h: No cuenten con nosotros, estamos súper cansados (ya no hay vuelta atrás).
Octubre de año siguiente: Nuevo Grupo de Chat – “Sorpresa, ¡Caro y yo nos casamos! Los invitamos al depa para celebrarlo”.
Tu peor pesadilla se ha hecho realidad. Ahora ya sólo te quedan dos opciones:
-OPCIÓN PASIVA: Dar a tu amigo por perdido porque ha caído definitivamente en las redes de esta mamona y asumir que la próxima vez que vayan a comer (una vez al año) pedirá sólo un refresco porque a “Caro” no le gusta que beba alcohol.
-OPCIÓN ACTIVA: Tratar de integrar y reeducar a la pequeña comadreja, animándola a despeinarse un poco por el bien de la humanidad. Tendrás que sacar todas tus armas porque no puedes dar por perdida esta guerra. Seguro que la vieja, en el fondo, tiene sus cosas buenas. Arriba el positivismo, ¡a tu Paquito no te lo roba nadie!
PELIGRO DE MAMONERÍA: EL/LA MAMÓN/A QUE LLEVAS DENTRO
Cuando estás en sociedad resultas un encanto y por eso el grupito de amigos sigue reclamando tu presencia: “Anímate, todavía no te empijamas, ¡todo el mundo está pidiéndome que te escriba para que vengas!”
Si has recibido ese mensaje alguna vez deberías ponerte las pilas ya… ¿Qué haces en casa cuando el lugar que te corresponde es la gran pista de baile? ¿O realmente te vale?
Con un poco de voluntad puedes evitar convertirte en el/la mamón/a que todos llevamos dentro.
Es simple: no te hagas del rogar cuando la gente quiera verte –piensa en la suerte que tienes, hay gente que no recibe mensajes de amigos durante un lustro–. Y si al final de la velada estás cansado eres libre de irte a casa, pero al menos te vas a ir zigzageando y con un ligero hipo, y lo más importante, habrás reído y compartido momentos estupendos (y no tan estupendos) con tus queridos amigos.
No, no me den las gracias… Yo también soy una mamona en potencia.
Demasiado.
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